Por algo se dice de los perros que son “el mejor amigo del hombre”. Las muestras de Amor que pueden tener con sus amos no tienen medida y a veces son absolutamente increíbles. Hay historias asombrosas en las que perros, incluso gatos, recorren enormes distancias para volver a reunirse con sus dueños. 


Tenemos un ejemplo de hace unos años. Un perro llamado Tuto, que recorrió 2.000 km para reunirse de nuevo con su familia. Se perdió en el norte de España, más concretamente en Asturias, y tras un par de meses, ¡apareció en Alemania!.

Esta otra aventura, ocurrió en China; Pig An, una Golden Retriever recorrió cientos de kilómetros para reunirse de nuevo con sus amos, después de que estos la dejaran unos días con unos amigos para que se ocuparan de ella mientras realizaban reformas en casa. Pasaron varias semanas y Pig An pensó que se habían olvidado de ella o… más bien que la habían abandonado, así que decidió volver a su hogar voluntariamente. Fueron varios meses lo que tardó en llegar a su ciudad (de más de 1 millón de habitantes). En este caso, la encontraron al borde de la carretera, desnutrida y sin energía. Fue rescatada y tras unos días, localizaron a sus dueños gracias a las RRSS. Un periplo con final feliz para Pig An. 

Por no mencionar sólo casos de perros, tenemos una famosa gata llamada Holly. Esta aventura transcurre en Estados Unidos. Estaba con su familia pasando unos días de vacaciones, cuando por el sonido de unos fuegos artificiales, se asustó y huyó de la caravana en la que se encontraba. Sus dueños pensaron que la habían perdido para siempre, y… ¿cuál fue su sorpresa? Después de 62 días, a menos de 2 km de su hogar, una vecina encontró a Holly exhausta. Esta gatita había recorrido, nada más y nada menos, que 300 km para volver a casa.

Un caso, de los más famosos y absolutamente increíble fue el de Bobbie. Éste Scotch Collie mezcla con English Shepherd, recorrió más de 4.105 km. Sí, sí… 4.105 km! Lo que ocurrió fue lo siguiente; durante unas vacaciones, uno de los días, Bobbie fue atacado por otro perro, se asustó, salió corriendo y desapareció. La familia lo buscó sin éxito, regresando finalmente a su hogar, después de estas fatídicas vacaciones. Bobbie, o deberíamos llamarlo «super-Bobbie» recorrió incansablemente durante 6 meses la distancia que separa Indiana de Oregón. Eso sí, llegó a casa delgado, herido… famélico, sin uñas y totalmente agotado.


¿Orientación sobrenatural de algunos animales?


Los científicos apuntan a un sensor magnético similar al que está presente en las células cónicas de los ojos de las aves. Éstas lo utilizan para orientarse y realizar sus larguísimas migraciones. Son “brújulas magnéticas” que también existen en perros, lobos, osos, zorros, abejas, mariposas, tortugas… y también en algunos primates.

La molécula que permite esa increíble orientación magnética se llama Criptocromo 1. Ésta fue descubierta en China, en la Universidad de Pekín, cuando unos investigadores se encontraban analizando las moscas de la fruta.

Por otro lado, en la Universidad de Texas se descubrió un sensor de escala nanométrica para detectar el campo magnético que se encuentra en la cabeza de los gusanos. Esta magnetorrecepción también la comparten mariposas y aves.

En el tema de la orientación, también se menciona la capacidad olfativa tan desarrollada que tienen algunas especies, aunque es imposible que sigan el rastro de un humano a miles de km. Es evidente que estas mascotas sienten un Amor que sobrepasa todos los límites imaginables… y cuando esto ocurre, hacen uso de su valentía, lealtad y coraje para volver a reunirse con sus amos. La «brújula magnética» no es más que una herramienta para demostrar que lo que más les importa en este mundo, incluso por encima de su propia vida, es su familia. Eso es AMOR.