A pesar de estar viviendo estos tiempos tan convulsos, los hogares españoles están incorporando nuevos miembros en su núcleo familiar. Es un sector en alza. En nuestro país hay más perros que niños menores de 15 años. La tendencia actual es a tener menos hijos y más mascotas. No sólo eso, el mercado de productos y servicios en torno a las mascotas crece a un ritmo del 5% anual.
El 40% de los hogares españoles tiene al menos una mascota
El perro es el número 1 de la lista de mascotas; luego nos encontramos con los gatos, conejos, cobayas, hurones, aves… En Asia, la mitad de la población china considera a las mascotas «como hijos». Generalmente quienes las tienen son mujeres y jóvenes.
Antopomorfismo
Se está produciendo una «humanización» de las mascotas; antopomorfismo. Son un miembro más de la familia. En algunas ocasiones se les atribuyen características o cualidades humanas. Actualmente se invierte en bienestar y confort de las mascotas, sin escatimar lo más mínimo. Se les trata como si fuesen «niños»; fiestas de cumpleaños, ropa para ocasiones especiales, paseos en carrito… Los perros han pasado de dormir fuera de casa, en la caseta, a dormir en el interior, e incluso en la propia cama de los amos.
Incremento de los servicios a domicilio
Las mascotas no son «menos» que el resto de la familia. Por ejemplo, en Alemania el 65% de los dueños de perros y gatos les compran un regalo el día de Navidad. El cumpleaños de la mascota es otro momento importante del año que los dueños no dejan escapar. De hoy en día, igual que viene un fisioterapeuta /masajista a casa para tratarnos a nosotros, encontramos que este servicio de masajes a domicilo para perros, (acupuntura, shiatsu…) también existe para ellos. No sólo eso, pueden disfrutar, sin salir del domicilio, del servicio de peluquería, veterinario… Aunque nos pueda sorprender, también se puede llamar a un psicólogo canino para que venga y trate a nuestra mascota. En realidad van de la mano de los adiestradores. Buscan cuál es el origen o el detonante de los problemas de conducta. El adiestrador canino educará al perro en cuestiones de obediencia y el psicólogo buscará la causa de un comportamiento concreto. No hay que olvidar que las mascotas son parte de la familia y deben tratarse como tal, respetando sus necesidades biológicas.